martes, 2 de septiembre de 2014

Memorias de mi vida con Alek

Martes 18 de Noviembre de 2008

Ha pasado tan rápido el tiempo… Recuerdo la primera vez que salí con Julián, no era una cita oficial, solo de amigos, dos amigos que salen a caminar para platicar. Lo recuerdo claramente, estaba yo en casa de Karina, había ido temprano ahí a comer con ella y a platicar, recuerdo que ella estaba mas emocionada que yo, me dijo “¡July! ¡Tienes una cita con Julián!” y yo le dije: “¡achís! No es una cita, o por lo menos no lo había pensado así…ajajá de todos modos, solo somos amigos, nada mas vamos a platicar”, después de un rato llego Julián: alto, delgado (por que no estaba gordo) con un pantalón de mezclilla color negro, agüado, vistiendo una playera blanca y arriba de ella una camisa de franela a cuadritos negros con guindo. El estaba parado en la puerta del barandal de Karina, mirando la piedra imaginaria que pateaba con su pie derecho, con sus manos dentro de sus bolsillos y su cabello cayendo en su frente… Esa tarde-noche solo fuimos a caminar… Jamás habría imaginado que llegaríamos a ser novios y después de casi 3 años llegaríamos al altar, mucho menos paso por mi cabeza de que algún día íbamos a recibir como regalo de Dios a un pequeño y adorable ser al que llamaríamos Alek… Mi historia con Julián se las contare después, ahora permítanme hablarles de mi pequeño eclipse, el primogénito…

Sábado 29 de Noviembre de 2008 5:34pm

Alek Isai Cepeda Guzmán nació el día 2 de Septiembre aproximadamente a las 2 de la mañana, pesando 3 kilos 900 gramos y midiendo 52 centímetros, lo único que quiero recordar de esos momentos es el punto exacto en el que mi pequeño bebe respiro por ves primera y me dio el regalo de su preciosa voz rompiendo con lo que pasaba en ese quirófano y con ello mi agonía, lo escuche por primera vez y fue todo lo que tuve… todo lo que necesite… saber que él estaba bien.

Había habido algunas complicaciones con mi cirugía así que fue Julián quién recibió al pequeño Alek en sus brazos. No pude ver su rostro, no pude escuchar sus palabras ni leer su pensamiento, no sabia lo que estaba pasando con ellos dos, pero se que ambos fueron felices… Tal vez es por eso que ahora Alek sonríe tanto cuando ve a Julián, por que desde el primer momento se quisieron mutuamente, padre e hijo para siempre… Y después lo llevo a conocer a su abuela… No imagino lo feliz que se puso mama cuando lo conoció, cuando lo tuvo en sus brazos por primera vez y vio sus enormes y hermosos ojos color café… Habría querido presenciar ese momento, hubiera querido ser yo quien se lo presentara por primera vez…

Soy una persona feliz, y el ver a mis seres amados felices me llena de alegría, se que ese día todos fueron felices, se que mis hermanas y hermano estaban pendientes de las noticias acerca de nosotros, se que mi papa quería estar también ahí, se que Julián estaba lleno de sentimientos encontrados, se que mama estaba siendo feliz… Y eso me hacia feliz a mi también…

Sabia todo eso y aún así no puedo describir las horas que pasaron antes de que yo pudiera conocer a mi bebe… Cuando salí del quirófano me llevaron a una sala de recuperación, podía moverme, pero aun así, no tenia la fuerza para hacerlo, en las dos horas anteriores había estado lidiando con el dolor que sentía, soportando lo que habían sido las dos horas mas difíciles de mi vida hasta este momento, pero no podía dormir, no podía descansar, no hacia mas que pensar en mi bebe, acababa de nacer y yo no lo conocía, solo había escuchado su voz, por lo cual estaba muy agradecida, pero no lo había tenido en mis brazos aún, yo no sabia como era el, no sabia que tan grande era, sentía un ansia enorme por conocerlo. Por fin, después de no se cuanto tiempo, me pasaron a un cuarto, ahí estaba ya Julián acostado en el sillón. Cuando llegue, lo primero que hizo fue preguntarme : “¿como te sientes mami?” y yo solo le dije : “Acabo de tener a mi bebe y ni si quiera lo conozco…” y el me contesto: “…tiene el pelo chino, se parece a ti, tiene tus labios y tu barbilla chida, ya tiene los ojos abiertos, son cafés” entonces, trate de imaginarlo, le dije que volviera a dormir y que yo haría lo mismo, pero no pude hacerlo, no se cuanto tiempo paso, pero después tocaron la puerta y una enfermera entro con mi retoño en brazos, me dijo : “aquí esta su bebe”, lo acostó a mi lado y se fue…

Yo por fin lo tenia ahí, no sabia que hacer, no sabia que decirle, no sabia si el sabia quien era yo… “hola goldo” fue lo que pude decir, y tenia yo en mis brazos al bebe mas hermoso que había visto jamás, no tenia el cabello chino como había dicho Julián, mas bien se le veía lacio, claro como el de su papá. Alek tenia los ojos abiertos, enormes y expectantes, me miraba y fui feliz… quería despertar a Julián, quería que compartiera ese momento conmigo, pero sabía que el necesitaba dormir tanto como yo, y ya que yo no podía hacerlo, decidí no molestarlo y disfrutar de ese momento sola y guardarlo para mi… desde el momento en que vi sus enormes y hermosos ojos Alek se convirtió en mi pequeño eclipse… ♪ ♫por que ya no veo a nadie mas que a él, oh uh ya no veo a nadie mas que él ♪ ♫

Después de eso solo diré que pase tres días en el hospital, los de rigor, y extrañe mi casa, mi deliciosa cama como no tienen idea. Fueron a visitarme, primero Janeth, Jenny, papá después no recuerdo el orden pero fueron mis suegros, Clara y sus dos pequeños, Hernán y Nene, Moy y Karen con el pequeño Santiago, Karina, mi tía Melda con Samuel y mi abuelita. Jajaja que pena me dio que me vieran toda inflada y cansada pero estuve agradecida con todos por interesarse en mi y mi familia.

Por fin el doctor autorizo mi alta y la del bebe, y regrese a casa…

Viernes 30 de Enero de 2009

Me sentí muy rara, el dejar el hospital y subir a la camioneta de mamá, Julián iba manejando, Janeth con el en la parte de adelante y atrás íbamos mamá con Alek en brazos y yo, con la mirada perdida en la ventana, y mi mente en blanco… Hasta apenas hacia unos instantes, las enfermeras y Julián habían cuidado de mi, de mi bebe, al que me llevaban el cuarto cada cierto tiempo para que lo alimentara y conviviera con el, pero los días que estuve en el hospital, yo no fui totalmente responsable del bebe, eso era lo que pasaba por mi cabeza mientras miraba por la ventana… En ese instante, gire mi cabeza en torno a Alek y me di cuenta de que de ahora en adelante ese pequeño ser dependería de mi para todo, no sabia cuanto tiempo seria, pero seguro no seria corto, y tuve miedo… Miedo de no ser capaz, pero su pequeño rostro colorado aun, se movió y eso fue suficiente para calmar mis dudas… Seguí mirando por la ventana hasta que llegamos a casa, subí las escaleras como si nada, mama estaba muy sorprendida y me regaño un poco por que se supone que debería cuidarme por lo de la cesárea, supongo que las pastillas que me dieron para el dolor hacían su trabajo demasiado bien.

…esto se va a leer raro jeje, pero, la primera semana que Alek durmió en casa, lo hizo en el cuarto de mi mamá, ella cuidaba de el durante las noches, lo cual le agradezco tanto, había estado yo en el hospital sin poder descansar y dormir por mas de dos horas que cuando llego la primera noche y ella me dijo que cuidaría al bebe, no dude en confiar en ella pues se que ama a Alek tanto como yo, y me deje ir… Dormí, después de tantas cosas, por fin pude descansar tranquila en mi casa… Mama me llevaba al bebe por las mañanas antes de irse a trabajar y yo lo cuidaba todo el día hasta que llegaba la hora de dormir, aunque a decir verdad, Alek se la pasaba dormido todo el tiempo, solo despertaba para comer, y volvía a dormir, a la hora del baño, desde chiquito fue muy bien portado, parecía ser que aun siendo un bebe de 3 o 4 días, el disfrutaba los baños, no lloraba, mas bien se relajaba y se dejaba querer.

Esto no tiene nada que ver con Alek, pero he de escribirlo por que no quiero olvidarlo: durante mi estancia en el hospital y cuando llegue a la casa extrañe mucho a papa, desde que empezamos con el salón, el y yo estábamos casi siempre en el mismo lugar: la oficina, la ferre, el salón, y cuando estaba yo en el hospital, el fue a vernos solo una vez, y no lo culpo, se que si yo no estaba para ayudarlo, seguramente el había tenido mucho trabajo y era cansado y tedioso ir al hospital en hora pico, y cuando por fin estaba yo en la casa, el no subió al cuarto, y yo no podía bajar, así que no lo vi en un largo tiempo, y lo extrañe mucho…

A la semana de estar en casa, Alek empezó a dormir en mi cuarto, se despertaba cada 3 o 5 horas a comer y volvía a dormir, pero yo no podía pegar el ojo durante la noche, preocupada de que mi sueño fuera tan profundo que no lo escucharía despertar, o que regresara leche mientras dormía, solo podía mirarlo… Mirarlo descansar, a la hora de levantarse, no lloraba, solo estiraba sus manitas y pies como changuito y abría los ojos. Desde entonces, y hasta ahora, mi bebe siempre fue un encanto, le tome cuantas fotos imagine, despierto, dormido, haciendo gestos, bostezando… Alek se convirtió en el centro de mi vida…

Fue después de que Alek cumplió dos meses que empecé a llevarlo a la oficina, ya me había tomado muchos días libres y tenia mucho trabajo pendiente del salón, soy muy afortunada de poder tener conmigo a Alek todo el día, no abría soportado la idea de dejarlo en alguna guardería… no confío en nadie que no sea mi mama o yo para cuidarlo.

Como Alek nació con cabello, lo peinaba yo con su mojita, nada de peinados al estilo Benito Juárez, siempre iba con su mojita a todas partes, por lo menos hasta que Julián me convenció de cortarle al cabello para que le creciera parejo.

Continuara...

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